Elaborar pan ha sido uno de los planes que más triunfaron en el confinamiento, y hoy os traemos nuestra propia receta para que podáis hacer con vuestra familia una tarde de fin de semana.
Elaborar pan ha sido uno de los planes que más triunfaron en el confinamiento, y hoy os traemos nuestra propia receta para que podáis hacer con vuestra familia una tarde de fin de semana.
Hacer tu propio pan te asegura saber completamente lo que estás comiendo, lo que lo convierte en un alimento mucho más adecuado para la salud. Y es que el pan es un alimento lleno de bondades, sin embargo, su cantidad de carbohidratos han hecho que sea mirado con recelo por aquellos que buscan bajar de peso. A decir verdad, el único “problema” de este súper alimento es la cantidad y el acompañamiento porque 100 gr de pan, sea blanco o integral sólo aportan unas 280 de las más de 1500 calorías que necesitas como combustible energético diario.
Vía Pinterest
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Así que, si alguna vez has pensado mal injustamente del pan, aprender cómo hacer pan casero no sólo te hará darte cuenta de lo que en realidad contiene este alimento, sino que también disfrutarás del placer del olor del horneado por toda tu casa.
Además del orgullo de
Para aprender
Poco a poco irás adquiriendo mayor práctica; la primera vez con esta receta es normal que no te salga perfecta, pero poco a poco he iras aprendiendo a respetar mejor los tiempos y a adaptarla más al tipo de pan que te gusta.
Ingredientes para hacer pan en casa
- 500 gramos de harina de fuerza: Existen dos clases de harina de trigo: la de fuerza (con más gluten y por tanto perfecta para la elaboración del pan) y la floja (más adecuada para la elaboración de repostería)
- 10 gramos de levadura seca o fresca.
- 300 gramos de agua.
- 10 gramos de sal.
Paso a paso: cómo hacer pan casero
1. Mezcla
- Ayudándote de los dedos, vierte la levadura sobre el agua y déjala reposar durante unos 15 minutos.
- En otro bol, coloca los ingredientes secos; la harina y la sal.
- Con las manos haz un pequeño hueco en el recipiente con la harina y la sal y vierte en el centro el preparado de agua y levadura. Este paso es muy importante.
- Mezcla con las manos y haciendo movimientos circulares hasta mezclar de forma homogénea todos los ingredientes y lograr que se despeguen por completo todos los ingredientes del bol.
- Añade agua para que la masa no quede demasiado seca ni aguada, y continúa mezclando con paciencia.
2. Amasa
Para amasar es fundamental preparar una superficie plana. Nosotros te recomendamos esparcir la harina sobre una tabla de cocina de madera grande y ancha.
Una vez la tengas preparada, extiende ahí tu mezcla. Utiliza las manos; mientras una sostiene el preparado con firmeza, la otra debe estirarlo hacia el costado. Estírala y dóblala sobre sí misma de tal forma que consigas constantemente una “bola” y puedas repetir la operación durante 20 minutos
Antes de preparar la tabla acuérdate de poner tu playlist favorita para recrearte en ese momento ya que es el más laborioso, pero también el más divertido.
Deberás parar cuando la masa quede complemente suave. Justo ahí es donde debes dejarla en forma de bola.
3. Fermenta
1. Unta en un bol de cristal grande aceite de oliva, mejor si es virgen extra, e introduce la bola.
2. Con papel film transparente y también con un poquito de aceite, tapa el recipiente y deja reposar la mezcla alrededor de una hora en un lugar fresco y seco. Ha llegado el momento de que la levadura haga su trabajo.
3. Tras una hora (a veces incluso hay que dejarlo una hora y media), aprieta la bola con tu dedo índice; si a masa se hunde y vuelve lentamente a su estado original está perfecta.
4. Sube el volumen de la música de nuevo y vuelve a repetir el proceso de amasado. En esta ocasión hazlo aplastando la masa con la mano, pero con un movimiento circular y doblando los bordes hacia dentro.
Un truco que utilizamos en el segundo amasado es utilizar un rodillo. Una vez has hecho el movimiento circular ayúdate de este para “romper” un poco la masa y luego volver amasar con las manos haciendo círculos.
5. Una vez has amasado todo unos 15 minutos, vuelve a hacer una bola y ponla a fermentar durante una hora (ahora sí no es necesario más tiempo). Puedes colocarlo en la bandeja donde hornearé el pan y tapada con un paño de cocina.
Ilustración: Maria Marín
Ilustración: Maria Marín
6. Para el horneado, calienta el horno a 230º antes de meter la masa de tu pan. Un truco para obtener una atmósfera húmeda es introducir una bandeja con un poquito de agua caliente en la base del horno. Ahora vez está bien caliente el horno, introduce la bandeja con la masa a media altura.
7. Los primeros 20 minutos verás que el pan sube. Entonces retira la bandeja con agua del horno y sigue con la cocción otros 20 minutos. Baja la temperatura a 200º y deja acabar el horneado. ¿Cuándo estará listo? Cuando al golpear la base del pan con los nudillos suene a hueco.
8. Por último, saca la bandeja cuidadosamente y coloca el pan en una rejilla y déjalo reposar. Si lo haces por la mañana, puede estar listo para la noche, pero te recomendamos esperar hasta el día siguiente.
Esperamos que os animéis a hacer la receta y que nos lo contéis en los comentarios el resultado.